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sábado, 2 de noviembre de 2013

Populus Alba - Álamo blanco

El género Populus comprende varias especies de árboles de tamaño generalmente grande y que son muy comunes en todo el mundo, principalmente en las zonas subtropicales y frescas formando el típico bosque de ribera de estos lugares. El Álamo blanco es uno de los más característicos del paisaje templado del mediterráneo siendo muy común cerca de los cursos de agua. Su agradable coloración y su densidad foliar, que dá una abundante sombra, lo convierten en un interesante elemento decorativo para muchos jardines siempre que éstos sean de gran tamaño, pues sus raíces, grandes y muy robustas, penetran fácilmente en cualquier tipo de suelo, siendo muy frecuente que provoquen deformaciones importantes en las estructuras de los edificios que tienen cerca. Presentan, además, el gran inconveniente de que producen muchísimo polen durante la floración, siendo un dolor de cabeza constante para los alérgicos a éste componente. El Álamo blanco se encuentra en todo el hemisferio norte desde las zonas más cercanas al ecuador hasta las zonas más bien frescas del sur de Escocia y Siberia.

Se trata de un árbol de gran tamaño que puede llegar a medir 30 metros del altura y cuyo tronco puede llegar a alcanzar hasta un metro de diámetro. El tronco central presenta abundantes ramificaciones de varios metros de largo que soportan una gran cantidad de hojas simples, de forma oval y con los bordes visiblemente ondulados, lo que les dá una ligera forma de estrella (hay algunas variantes cuyas hojas son palmadas). Dichas hojas caen cuando empieza el invierno y vuelven a salir cuando llega la primavera. Al principio de éste periodo y antes del nacimiento de las hojas produce abundantes inflorescencias en amentos separadas en flores masculinas y femeninas. Las masculinas son de color rojo marronoso muy intenso, mientras que las femeninas son amarillas o levemente verdosas. Los frutos son cápsulas vivalvas dehiscentes que contienen abundantes semillas minúsculas cubiertas por un penacho de pelusa, lo que hace que sean fácilmente dispersadas por el viento a distancias considerables. La gran profusión de semillas que se producen hace que las cercanías de estos árboles se llenen de pelusa. Lo más llamativo de éste árbol es su color: El tronco es blanco grisáceo en su mayoría e interrumpido por bastantes manchas negras de forma semicircular. El anverso de las hojas tiene un color verde oscuro muy intenso mientras que el reverso es blanco y con abundantes pelillos. Es uno de los árboles que se desarrolla con más rapidez, llegando a florecer y fructificar a partir del segundo o el tercer año de vida.

Este gran árbol es muy común en casi todas las zonas marítimas donde, además, existan pantanos, estanques, lagos y ríos de corriente lenta, que es donde se desarrollan, aunque también se adaptan sin problema alguno a zonas más alejadas del agua siempre que dispongan de la misma en abundancia por cualquier aporte externo (riegos, lluvias, aguas subterráneas, etc...). Su cultivo es muy fácil, y suele instalarse por su cuenta en jardines cercanos a un árbol adulto al ser las semillas fácilmente arrastradas por el viento. Lo mismo ocurre en macetas, pero en éstos casos no llega a alcanzar grandes tamaños por el espacio disponible para las raíces. En lo que a la luz se refiere, es necesario situar a estos árboles a pleno sol. De ésta forma se asegura el bello contraste cromático de las hojas y del tronco así como la producción abundante de flores y frutos. La falta acusada de luz solar disminuye mucho la cantidad de flores (que dependen de la luz captada por las hojas en verano) y de hojas, y el tronco suele acabar siendo muy delgado y flexible haciendo que el árbol se doble hacia el suelo, algo que suele ocurrir cuando se plantan en calles demasiado sombrías. No son exigentes en lo que al tipo de suelo se refiere, adaptándose perfectamente a suelos totalmente sueltos  o compactados, así como muy encharcados (tanto con agua dulce como salada) y poco drenados e incluso con cantidades considerables de sal marina, por lo que es normal que se desarrollen en primera linea de playa llegando a reemplazar a las Palmeras. Sin embargo, para que su desarrollo sea bueno, es mejor que el suelo esté suelto, bien drenado y que retenga una cierta cantidad de agua. Es mejor regarlo de forma que el suelo nunca se seque por completo (en invierno, cuando están sin hojas, es posible prácticamente no regarlos) aunque resiste bien las sequías acusadas, pueden provocar la caída de algunas hojas afeando su aspecto. Es importante, además, que éste no sea ácido (el pH debe estar comprendido entre 8 y 10), lo que produce quemaduras foliares y su amarilleamiento. Es muy resistente en lo que al frío se refiere, llegando a resistir heladas muy fuertes (de hasta -20 ºC) y temperaturas extremadamente altas (de hasta 50 ºC) durante cuatro o cinco meses, pero necesita reposo invernal para desarrollarse bien (si se plantan en climas tropicales se comportan como plantas bianuales o, en pocos casos, puede vivir cinco años). Nadamás empiecen a nacer las primeras flores hay que abonarlos con productos ricos en potasio y nitrógeno (sirve cualquier abono universal). A pesar de que sufren fuertes ataques de Pulgones, Arañas rojas y minadores de las hojas, estos árboles los resisten perfectamente sin apenas prejuicios aparentes.
Su capacidad de tolerar el encharcamiento radicular con agua dulce y salada, así como por la protección que dan ante el sol intenso, estos árboles se pueden plantar en las orillas de cualquier estanque de agua dulce y marino, no importando que las raíces queden sumergidas en el agua. Se pueden plantar aislados o, mejor aún, en alineaciones siguiendo el agua. Bajo ellos se pueden instalar plantas que necesiten sombra abundante (Calatheas, Clivias, Azaleas, ...) y pueden intercalarse con cualquier planta que alcance sus dimensiones. Sobre su tronco se pueden fijas plantas espífitas como las Orquídeas Phalaenopsis.
Estos árboles se propagan por tres métodos: Semillas, esquejes apicales y cuphones. Las semillas, que pueden recolectarse fácilmente cerca de cualquier árbol adulto en gran cantidad, se siembran nada más recolcectarlas en su sitio definitivo y se riegan en abundancia, germinando a la primaversa siguiente (también se pueden estratificar, es decir, meterlas en la nevera a 5 ºC enterradas en tierra de jardín durante cuatro meses) ya que requieren pasar frío para ello. Los Esquejes se toman a finales de verano. Se deben cortar las ramas más externas del árbol y que no estén excesivamente lignificadas. Seguidamente se impregna la zona de corte con hormonas de enraizamiento y se entierran en suelo normal de jardín, manteniéndolos húmedos y a temperatura ambiente. En dos o tres semanas suelen enraizar sin problemas. Lo más sencillo es propagarlos mediante chupones, que son hijuelos que nacen alrededor de cualquier árbol adulto durante cualquier momento del año (excepto durante el invierno). Se deben cortar estas plantitas de forma que las raíces no queden descubiertas en ningun momento (lo mejor es hacerlo con cilindros metálicos usados para tomar muestras de suelo sin alterar) y enterrarlos en un nuevo lugar. El crecimiento se reanuda en una semana o, como mucho, en dos. Si estos árboles tienen las condiciones apropiadas se pueden convertir en potencialmente invasivos, siendo imposible erradicarlos una vez se han afianzado.
Como curiosidad mencionar que son muy usados en técnicas de restauración paisagística y en la revegetación de taludes empinados junto con otras especies de su família (Salicáceas). Casi todas estas especies arbóreas o arbustivas (entre las que se incluye el Álamo Blanco) se pueden reproducir con muchísima facilidad mediante estacas lignificadas de hasta cinco metros de largo. Estas estacas se cortan en invierno, durante el periodo de reposo vegetativo, y se entierran en un nuevo lugar. Nadamás llegar la primavera, de estas ramas surgen abundantes brotes y hojas que dan paso a un nuevo árbol independiente. Este sistema es el más sencillo ya que no es necesario emplear hormonas de enraizamiento y se puede realizar tanto in situ como ex situ (teniendo la precaución en este caso de conservar las ramas cortadas a unos 10 ºC como máximo hasta que se claven en el terreno).

1 comentario:

  1. Creo que tengo uno de esos junto a mi casa. Noto que aparecen abundantes brotes de plantas nuevas (aparentemente desde sus raíces superficiales). Me pregunto que tan perjudiciales pueden ser sus raíces respecto de los muros de mi casa.

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