¡¡¡TRADÚCELO!!!

martes, 5 de noviembre de 2013

Codiaeum Variegatum - Crotón

Los conocidos Crotones variegados, de espectacularmente coloridas hojas, pertenecen a la familia de las Euforbiáceas, que incluye muchas especies de plantas muy frecuentes en las regiones mediterráneas como el Ricino, algunos hierbajos y numerosas plantas crasas y suculentas. Los Crotones se encuentran en las Islas del Pacífico e Indonesia, donde forman parte de la vegetación media que ayuda a tamizar la luz solar para evitar su incidencia masiva sobre el sotobosque, aunque al mismo tiempo, son cubiertos por árboles y plantas más grandes. Son muy empleados como plantas ornamentales por su aspecto y el espectacular colorido de las hojas, siendo muy usados en la decoración de estanques y acuaterrarios al ser grandes demandantes de humedad.

Se trata de plantas de porte arbustivo e incluso arbóreo que, en su hábitat natural, pueden alcanzar 3 metros de altura, algo que ocurre sólo con las variedades silvestres, cada vez más difíciles de encontrar a la venta. Sin embargo, existen en la actualidad numerosas variantes híbridas que se diferencian principalmente en la forma, el tamaño y la coloración de las hojas. Todos los híbridos alcanzan, como mucho, un metro de altura, anque lo normal es que se estanquen en medio metro o 60 centímetros. Los tallos de los Crotones son gruesos, rígidos y sin lignificar, y disponen de hojas generalmente grandes, de hasta 40 centímetros de largo y de forma lanceolada (aunque existen variedades con hojas acintadas o con forma de estrella de cuatro puntas) que se disponen de forma alterna alrededor de estos tallos. Gracias a la gruesa y dura cutícula superficial que presentan pueden resistir la luz solar excesiva (dentro de ciertos límites) durante bastante tiempo, así como una ligera sequedad en el aire de forma ocasional. Con la edad, las partes ínferas de los tallos pierden las hojas y se quedan desnudos, conservando sólo un penacho en la punta y un pequeño número de hojas debajo de éstos. El color de las hojas es espectacular, y varia en función de la edad de las mismas: Las hojas más jóvenes tienen los nervios amarillos y el resto del tejido de color verde intenso, mientras que, a medida que envejecen, los bordes amarillean y muchas partes del tejido verde se vuelven rojas. Cuando las hojas llegan a su fin, todos los colores oscurecen. La intensidad de la luz es proporcional a la variedad y a la fuerza de estos colores: Así, si la luz es muy intensa (incluso si reciben algo de sol directo por la mañana y por la tarde) los colores rojos y amarillos aumentan su superfície, mientras que si la luz es insuficiente se quedan de color verde. En casos extremos los nervios pierden el color amarillo, convirtiéndose en plantas totalmente verdes. Cuando hace calor produen espigas de flores pequeñas, amarillentas y sin fragancia por los nudos, que carecen de cualquier interés ornamental y que es mejor cortar antes de su pleno desarrollo para que no resten vitalidad a las plantas. Al igual que muchas especies de la família, la savia de los Crotones es tóxica (aunque menos que la de otras euforbiáceas), por lo que conviene manipularlos con cuidado especialmente si se esquejan o se podan. En contacto con las mucosas corporales este líquido pastoso produce reacciones alérgicas.
A pesar de que su cultivo no es excesivamente dificil, no son las plantas más adecuadas para principiantes, pues son muy sensibles a los errores de cultivo más comunes así como a las condiciones climáticas adversas, cosas de las que se resienten con rapidez y de las que hay que protegerlas para evitar su muerte. Ante todo hay que saber que los Crotones son grandes demandantes de humedad, tanto en el aire como en el sustrato, por lo que es necesario administrársela de cualquier modo para evitar problemas (frecuentemente, la mayor cantidad de fracasos en el cultivo de los Crotones se puede atribuir al mantenimiento en ambientes demasiado secos) como la caída de las hojas y el secado de las puntas de las mismas. Estas plantas hacen visible con rapidez cuando necesitan ser regadas ya que las hojas se ponen lacias. No conviene alargar mucho esto para evitar su caída, regándolas abundantemente pero sin encharcar el suelo, que produciría la pudrición de las raíces. Es muy recomendable rociar frecuentemente las hojas con vapor de agua sin cal, así como limpiar la superfície de las mismas periódicamente, para mantenerlas siempre lustrosas. Estas plantas no toleran el frío (por debajo de 10 grados las hojas se caen y las plantas se mueren) aunque lo necesitan en pequeñas cantidades anualmente para el periodo de reposo, que se inicia su se desciende por debajo de 17 ºC. Es necesario que pasen este periodo de frío para que se desarrollen con robustez de forma constante. Durante el reposo invernal el sustrato sólo debe mantenerse ligeramente húmedo mediante pulverizaciones frecuentes con agua. El sustrato debe estar muy suelto y drenado, siendo recomendable que contenga abundante materia orgánica y que no esté excesivamente apelmazado ni empapado, pues las raíces son sensibles a estos problemas, pudriéndose rápidamente. Para que las hojas (y en general, toda la planta) mantenga la viva y brillante coloración que la caracteriza y un desarrollo equilibrado y robusto es indispensable que la luz sea muy intensa. Si se cultivan en el exterior se deben colocar en un sitio que reciba una o dos horas de sol matinal y una o dos del de la tarde. Es importante no exponerlas al sol directo durante las horas centrales del día, pues las hojas se queman con bastante facilidad sobretodo si son jóvenes. Si se cultivan en interiores basta con colocarlas en una habitación muy luminosa que reciba algunos rayos de sol diarios, de lo contrario es más recomendable ponerlas bajo potentes lámparas de luz artificiales. Es condición indispensable adiccionar abonos ricos en hierro y nitrógeno para mantener vivo el color de las hojas y su lustrosidad, y debe serles administrado durante la época de crecimiento al menos una vez a la semana.
Los Crotones prosperan excelentemente en emplazamientos muy húmedos y con temperaturas constantes, por lo que se adaptan muy bien a acuaterrarios y terrarios destinados al mantenimiento de anfibios. También se adapta muy bien a los estanques siempre que se procure que las raíces no se sumerjan bajo el agua, algo que se puede evitar alejándolas de las orillas o colocándolas en macetas altas que, a su vez, se ponen en los bordes de los estanques. Si se combinan con Cóleos, Drácenas, Calatheas y otras plantas variegadas se crean bellísimos muros foliares muy vistosos y atrayentes, dando además una preciada sombra a plantas enanas o demasiado bajas.
Estas plantas se reproducen mediante esquejes apicales tomados durante todo el año en zonas tropicales o al inicio de la primavera en zonas de inviernos fríos, cuando se reanuda el crecimiento tras el reposo invernal. Los esquejes se cortan cuidadosamente con unas tijeras bien afiladas, rebozándose la zona cortada con hormonas de enraizamiento y enterrándose seguidamente en un sustrato húmedo y suelto. Este conjunto se debe cubrir con un plástico a fin de mantener la humedad siempre elevada y mantenerse a unos 25 ºC de forma constante. En unas dos semanas hechan raíces y pueden ser plantados en un nuevo sitio.



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